La energía
Sin lugar a dudas, la energía es esencial para nuestras vidas. La ausencia de ella impediría la realización de muchas de las actividades cotidianas como es trasladarse en movilización, calefaccionar casas y edificios o calentar los alimentos. Además sería imposible producir la gran cantidad de productos que fabrican diversas empresas (alimenticias, metalúrgicas, etc.).
Es así como la energía producida por los combustibles se ha transformado en el motor de las industrias, empresas, vehículos terrestres, aéreos y marítimos. La electricidad por su parte ilumina todo a nuestro alrededor, hace que funcionen los electrodomésticos y cientos de artefactos modernos como computadores, fax, impresoras, fotocopiadoras, etc.
El hombre en un principio utilizó su propia fuerza para proveerse de alimentos, fabricar herramientas y trasladarse de un lugar a otro. Luego descubrió el fuego, con el cual se calentó por las noches y en las estaciones frías, se defendió de los animales, se iluminó, cocinó sus alimentos y fundió metales para fabricar herramientas.
La leña fue hasta el siglo XIX, la principal fuente de energía utilizada por el hombre. Hoy el consumo energético del hombre se basa en el uso de combustibles fósiles como el petróleo y el carbón, que constituyen energía solar almacenada. Sin embargo, su explotación, aparte de tener efectos nocivos para el ambiente, resulta cada vez más costosa. Es por eso que tanto economistas, industriales y gobiernos han destinado recursos materiales y humanos para investigar el desarrollo de fuentes alternativas de energía (como la energía eólica o solar utilizada en innumerables aplicaciones) de menor costo y con un mínimo impacto ambiental. En Francia, por ejemplo, hace más de 30 años se construyó una central eléctrica mareomotriz, que emplea la energía de las mareas en la producción de electricidad.
Como mencionábamos anteriormente, la energía solar tiene diversas aplicaciones, sin embargo, el costo de implementación es muy alto. Hoy naves, satélites y módulos espaciales hacen uso de paneles de conversión de energía solar en electricidad para su funcionamiento. Las aplicaciones domésticas de esta energía se ve en calculadoras, relojes, cocinas, hornos, secadoras de fruta, madera, duchas, calefont y algunos artículos en miniatura.
Otra fuente de energía es la denominada "energía nuclear, originada por la liberación de energía de los núcleos de los átomos al ser partidos (fisión) o al ser unidos (fusión). Su implementación es costosa y no se encuentra totalmente desarrollada. Además, los riesgos que supone para su operación masiva, ha impulsado a diversas organizaciones a oponerse a su uso. Basta con recordar la tragedia de la central nuclear de Chernobil en 1986.